«LA LUCHA FRENTE AL ALCA Y POR LOS DERECHOS HUMANOS»DECLARACIÓN FINAL del SEMINARIO “LAS CONSECUENCIAS DEL ALCA PARA BRASIL” de las organizaciones católicas de Cooperación de la red CIDSE
Se celebró en Bruselas el seminario sobre el ALCA
(Área de Libre Comercio de las Américas) organizado por el grupo
de trabajo de Brasil de CIDSE (Cooperación Internacional para el
Desarrollo y la Solidaridad) y por distintas organizaciones de
cooperación brasileñas.
El seminario, que se realizó entre el 17 y el 19
de junio, contó con 35 representantes de 8 países diferentes
pertenecientes a Organizaciones Católicas de Cooperación europeas
y vinculadas a la red de CIDSE (en España Manos Unidas) así como
representantes de organizaciones sociales brasileñas y de otras ONG
europeas y americanas.
Este seminario ha tenido como objetivo principal que
estas organizaciones conocieran la filosofía y las líneas de
actuación que este acuerdo llevará a cabo, sino se remedia antes,
en el año 2005 y sensibilizar así a la propia sociedad europea
sobre las repercusiones políticas, sociales y económicas que
afectarán, sobre todo, a la población latinoamericana.
Y es que el ALCA supondrá la puesta en marcha de
la mayor zona de libre comercio del mundo, algo que acarreará, entre
otras consecuencias, una degradación aún mayor de los derechos
laborales y las condiciones de trabajo, incidirá en la
destrucción del medio ambiente, profundizará en la privatización
de los servicios sociales y, en definitiva, incrementará la pobreza y la
desigualdad.
El seminario de Bruselas ha querido reflexionar sobre
las repercusiones que produciría la implantación del ALCA en un
país de las características de Brasil donde las desigualdades
sociales y económicas son enormes y donde un acuerdo de este tipo no
haría más que acentuarlas. Por ello en su conclusión han
asumido el eslogan de las diferentes campañas que se han venido dando en
América:
«SI A LA VIDA, NO AL ALCA:
OTRA AMÉRICA ES POSIBLE».
1.- PRESENTACIÓN DE LOS DECLARANTES
Nosotros y nosotras,
representantes de Organizaciones Católicas de Cooperación
procedentes de Europa y vinculadas a la red CIDSE, así como
representantes de organizaciones sociales brasileñas y de otras
ONG‚s europeas y americanas, reunidos en Bruselas los días 17 y 18
de Junio de 2002, para reflexionar juntos sobre las consecuencias de la
implantación del ALCA (Acuerdo de Libre Comercio de las Américas)
en Brasil, queremos manifestar a la opinión pública en general, a
los políticos, a la sociedad civil de nuestros países, y al
pueblo brasileño lo siguiente:
2.- INTRODUCCIÓN
- Reconocemos que la globalización puede abrir las puertas a un mundo mejor, en la medida en
que contribuya a globalizar la solidaridad entre los pueblos, el respeto a los
derechos humanos y sociales y el esfuerzo común por construir un mundo
mejor para todos, sin exclusiones ni excepciones.
- Pero también
queremos manifestar nuestra convicción de que ni el proceso de
globalización que vivimos, ni los actuales acuerdos comerciales en
diversas regiones, garantizan la consecución de un mundo más
justo, equitativo y solidario.
3.-
AMBIGÜEDADES DEL ALCA
- Creemos que el
actual proceso de negociación del ALCA es un acuerdo fundamentalmente
oscuro, que detrás de las promesas de crear riqueza para todos los
países que participan, y de disminuir la pobreza, esconde la incapacidad
real de garantizar una vida digna para todos, a la vez que genera
dinámicas sociales y comerciales excluyentes para los más
vulnerables y amenaza la vida de los más pobres.
- Creemos igualmente
que detrás de este acuerdo multilateral que involucra a 34 países
de América, presumiblemente en igualdad de condiciones, hay una clara
voluntad hegemónica y de dominación por parte de Estados Unidos,
cuya potencia política y económica en el continente, así
como su lógica comercial, promueven un modelo de relaciones
asimétricas y con claras desventajas para los países con menos
capacidad de competir... a quienes se suma también el inaguantable peso
de la deuda externa.
- Creemos y
manifestamos nuestro temor ante este acuerdo comercial que por sus contenidos
implica la privatización de servicios considerados hasta ahora derechos
sociales básicos (seguridad alimentaria, salud, educación,
jubilación); otorga un poder desmesurado a las empresas transnacionales,
en detrimento de las pequeñas y medianas empresas domésticas y
supone una irrecuperable pérdida de soberanía de los Estados
nacionales frente a las empresas amparadas en el ALCA por encima de criterios
sociales, ambientales, de género y de protección de los intereses
nacionales.
4.- LO QUE NOSOTROS
DENUNCIAMOS
Por todo esto, nos
unimos solidariamente a las organizaciones y movimientos sociales de Brasil y
de América que se posicionan frente al ALCA, y denunciamos un Acuerdo
que entre otros factores:
- Está siendo
negociado por los gobiernos de espaldas a sus ciudadanos y ciudadanas, con una
evidente falta de democracia, de participación civil y de transparencia
en la información.
- Prioriza las
ganancias y el apoyo de los más fuertes sobre la justa distribución
de la riqueza y la protección de los más necesitados poniendo el
lucro y el libre comercio por encima de la vida y la dignidad de las personas.
- Promueve una
globalización parcial e insolidaria que globaliza el acceso libre a los
mercados pero no la distribución de la riqueza; elimina barreras
comerciales pero impide la libre circulación de personas; defiende el
libre mercado como un derecho, pero dificulta aún más el acceso a
derechos básicos como la alimentación, la educación o la
salud, que al ser tratados como “bienes de mercado” sólo son
accesibles a las economías privilegiadas.
- Ignora los costos
ecológicos y sociales de un libre mercado sin límites, provocando
daños irreparables, al tiempo que pretende apropiarse y explotar los
conocimientos históricos de los pueblos autóctonos,
despojándolos del mínimo patrimonio cultural que todavía
poseen, en favor de las empresas y las multinacionales.
- Beneficia de manera
parcial a un segmento de la población (hombre, blanco, de edad media,
con formación, dueño de capital y de bienes) excluyendo
nuevamente a los y las de siempre.
- En fin, denunciamos
un tratado comercial que tendría implicaciones nefastas sobre las
condiciones de vida de la mayoría de la población de los
países del continente, que fortalece un proyecto hegemónico que
afecta a todos, incluso a la población más vulnerable del propio
Estados Unidos, y que profundiza y perpetúa las relaciones de
dependencia con Latinoamérica.
5.- NUESTROS
COMPROMISOS Y NUESTRAS EXIGENCIAS
Queremos por lo tanto
manifestar también nuestro compromiso como personas y como
organizaciones por una globalización justa y solidaria. Creemos que es
posible construir acuerdos comerciales entre las naciones que favorezcan el
crecimiento económico y al mismo tiempo preserven la dignidad y la vida
de los más pobres, que respeten el medio ambiente, la diversidad
cultural y la autonomía de los pueblos.
- Y por eso
también manifestamos nuestro compromiso de acompañar
solidariamente la lucha de los pueblos de América frente al ALCA,
apoyando por los distintos medios a nuestro alcance la realización de
los plebiscitos nacionales, las campañas de información, y todas
aquellas iniciativas de la sociedad civil que ayuden a un conocimiento más
amplio y a un posicionamiento crítico respecto del ALCA. Y nos
comprometemos también a trabajar para dar a conocer en nuestras
sociedades europeas el ALCA y sus consecuencias sociales en América.
Y desde este
compromiso, queremos dirigirnos con fuerza a diferentes instancias, para
además de manifestar nuestra opinión, formular las exigencias de
lo que nos parece urgente y necesario:
A los gobiernos de América:
· Les pedimos
que renuncien a la construcción del ALCA, dada su ineficacia como estrategia
para el desarrollo; les invitamos a que con responsabilidad busquen
alternativas sostenibles, y a que en esa búsqueda incorporen debates
democráticos que cuenten activamente con la participación de la
sociedad civil; les exigimos también la defensa de la soberanía
nacional; la protección de las pequeñas y medianas empresas; la
garantía de los derechos sociales de la gente, protegiendo especialmente
a los segmentos más pobres de la población.
A la sociedad civil de América:
· Les pedimos
que asuman el compromiso de organizarse en cada país y luchar
activamente contra el ALCA, presionar a los propios gobiernos, crear y proponer
alternativas, generar y promover una postura crítica de la mayor parte
posible de la población, utilizar los medios de comunicación y
todos los medios pertinentes a su alcance para la consecución de este
objetivo.
A los gobiernos europeos:
· Les pedimos
asumir el compromiso ético de conocer el ALCA y sus consecuencias para
las sociedades del continente americano, rompiendo la aparente neutralidad o
indiferencia ante este proceso.
· Pedimos
también hacer un esfuerzo real y permanente por plantear modelos
alternativos de globalización y de acuerdos comerciales, que no repitan
ni profundicen la lógica excluyente y asimétrica del ALCA.
· Finalmente,
solicitamos sean elaborados instrumentos de control y de medición de
impacto sobre los efectos sociales y medioambientales de las inversiones
realizadas por empresas europeas en el continente americano.
A las sociedades europeas:
Igual que nuestros
gobiernos, creemos que la sociedad civil de los países europeos no puede
permanecer indiferente, y ha de asumir también, por exigencia
ética, una postura más activa y crítica ante este proceso:
· Conociendo y
profundizando el significado del ALCA para los pueblos americanos.
· Creando
nuevas formulas de “observación social” y de presencia en
los acontecimientos con relación al ALCA y con cualquier otro acuerdo
con similares características.
· Luchando
activamente para conseguir que los pueblos de América Latina puedan
disfrutar de los mismos derechos básicos y sociales que existen en
nuestros países y de los cuales todos nos beneficiamos.
A las Agencias y Organizaciones de Cooperación al
Desarrollo:
· Les pedimos
una postura firme y crítica frente al ALCA, que se manifiesten en un
apoyo decidido y claro a las iniciativas de la sociedad civil de los pueblos de
América frente al Acuerdo.
· Su
compromiso mediador para sensibilizar tanto a la sociedad civil como los
ámbitos políticos de Europa, a través de sus propios
recursos de lobby, medios de comunicación, y todos los medios
disponibles.
· Solidaridad
desde una concepción de “desarrollo” que se comprometa con
los sectores más vulnerables de los pueblos de América, que defienda
la dignidad, el protagonismo de los pobres en su propia vida y en la de sus
países.
6 - CONCLUSIÓN
Concluimos nuestra
declaración asumiendo como propio el eslogan de las diferentes
campañas en América: “SÍ A LA VIDA, NO AL ALCA. OTRA
AMÉRICA ES POSIBLE”. Y manifestamos nuestra certeza de que desde
la solidaridad, la lucha cotidiana, el aunar esfuerzos entre los pueblos y los
continentes «OTRO MUNDO ES POSIBLE».
Bruselas, 18 de junio de 2002
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Gabinete de Prensa, Mª Eugenia Díaz, Tfno: 91 308 20 20,
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