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Ciencia ficción

Oliver BARONA


 

 

-¡No permitiremos que la corrupción empañe la visión que se tiene en el extranjero de nuestro país! –decía fervientemente Ernesto Barreda Miramón, jefe de la contraloría de Ciudad Principal de la nación del Tequila y el Mariachi, en el canal seis de la televisora americana, justamente cuando en la competencia se mostraba un video donde recibía quinientos mil dólares para conseguir el permiso para un pequeño hotel en el centro de la playa que le pertenece a los japoneses.

-Permítame mostrarle una imagen que nos acaba de llegar –le dijo el titular del noticiario de las diez. Barreda se quedó tan pasmado que tardó más de dos segundos en recuperar su pose de político perfecto, esbozó una sonrisa sin poder ocultar la sangre subida a su cara, esa por la que tantos proyectos se le habían venido abajo y pronunció la más grave sentencia hacía el innombrable:

-¡Esto es obra de gobernación!, intentan poner fin a la prometedora carrera de mi jefe aniquilando a sus cabezas. Es increíble hasta donde hemos podido llegar. El partido de las manos cortadas ha lanzado una cruzada en nuestra contra. Sí, eso es lo que está sucediendo. ¿En qué tipo de país estamos viviendo?, la presidencia utiliza medios federales para atacar a los políticos trabajadores que intentamos darle vida a un nación podrida de corrupción. Es hora de que todos nos unamos y gritemos a viva voz nuestra verdad; no podemos mantener la credibilidad en los votantes si se juega de una manera tan sucia. ¿Quién crees que paga todo este numerito montado?, pues el pueblo, únicamente ellos son los que a cada escándalo pierden la capacidad de compra. ¿No se supone que íbamos a crecer al siete por ciento anual? Ahí están las mentiras de este gobierno federal ahogado en la inmundicia de los golpes bajos y absurdos.

-Lo que usted quiere decir es que este video es una farsa, me imagino, porque yo lo veo a usted claramente recibiendo el dinero –le dijo el locutor envalentonado por la gravedad de la noticia, a lo que Barreda contestó con otra diatriba para el gobierno federal y cualquier persona que se acercara a ellos.

Al enterarse de la noticia, Demóstenes Santa Magón, el gobernador de Ciudad Principal del país del tequila adulterado y el mariachi con armónica, rompió en los sollozos habituales de las seis de la mañana. Como todos los días, juró por la memoria de nuestra santa patria, que el mundo entero se había volcado en su contra. Despidió a Barreda pidiéndole que le entregara a su chofer la parte del botín conseguido y le aseguró una plaza en el gabinete federal pasados tres años. Para Demóstenes, los juegos sucios eran cosa de su pasado. Él había pertenecido al partido eterno de la revolución tequilera, donde la política era el arte de comer mierda sin hacer gestos. El video incriminador no le afectaba la popularidad conseguida a fuerza de cemento bien empleado. Era el candidato favorito para ganar las lejanas elecciones, se había convertido en el “inigualable menos peor de los candidateables”. Su más cercana competidora era justamente la esposa del innombrable, poca cosa para el partido del olvido comunista, quienes en la sangre de sus compañeros asesinados cimentaban sus esperanzas para dejar de ser el único partido importante en no obtener la presidencia una sola vez.

En la oficina del secretario de gobernación de la nación del tequila adulterado, agave pasado y mariachi con armónica, desafinado; estaba Asesino uno, escuchando la llamada telefónica entre el secretario y el innombrable.

-Si jefe, ya entregamos los demás videos, ahora si el partido del olvido comunista estará completamente aniquilado. ¿Entonces qué jefe?, ¿si me va a dejar ser su seguro sucesor? Carajo, este cabrón me volvió a colgar –le dijo a Asesino Uno. –Éste cabrón cree que me puede hacer su pendejo toda la vida. Yo hago todo su pinche trabajo sucio y resulta que para ser presidente en este pinche país hay que dar las nalgas. Mira, yo te pensaba contratar para asesinar al pinche tartamudo, pero estoy pensando que sería más fácil si al que matamos es al innombrable. Le echamos la culpa a los pendejos del partido del olvido comunista y me voy derechito a la grande. No le vayas a contar a nadie, pero una vez ya me senté en ella y de veras está bien rica.

-Pero, ¿y yo como voy hacerle para acercarme a él? y menos ahora que las cosas están tan calientes, no voy a poder salir libre de ésta y yo no quiero convertirme en una réplica de mi mismo como le sucedió al que mató al candidato del partido eterno de la revolución tequilera –dijo preocupado Asesino Uno.

-No seas maricón –le contestó el secretario de gobernación, mientras asesino Dos trataba de solucionar el problema de audio de la cámara escondida para Asesino Uno.

Llegaron a montones los videos incriminadores de todos los partidos, a excepción de los del partido de las manos cortadas, ya que los demás partidos apenas los estaban fabricando. Incluso hasta a los niños de la primaria que jugaban a gobernar el mundo les llegaron sus incriminaciones. En el país del tequila adulterado, agave pasado, importado y el mariachi con armónica, desafinado, borracho; no importaba si el protagonista de las cintas era culpable o inocente, si aparecía en cualquier noticiario entonces era un corrupto empedernido. Muchos ni siquiera recibían el dinero de los múltiples sobornos, incluso hubo uno que recriminó al sobornador pidiéndole que hiciera sus operaciones de manera correcta. Aun así, él, como todos, fue despedido de su partido y su cargo. Poco a poco el gobierno se fue quedando sin gobernantes.

Inocencio PocoTiempo, un adolescente que aspiraba a ser algún día el innombrable del futuro, tomaba nota de los acontecimientos. Al no tener cámara, logró que el presidente de la mesa directiva le cediera el puesto a golpes. Soñaba todos los días en poder llegar a la presidencia. Aunque agresivo por naturaleza, le interesaba en verdad cambiar a la sociedad. Escuchaba diatribas y panegíricos por igual tomando de ellos lo que creía correcto. Era uno de esos especímenes de nuestro pueblo que en verdad quería luchar por su pueblo y lo hacía. No soportaba la corrupción y comenzó una lucha sin tregua para aniquilarla. Iba a las dependencias gubernamentales, sobornaba a quien se dejara y gritaba a viva voz que tal por cual era un paria de la sociedad, para después llevar una grabación al noticiero que le quedara más cerca. Lo que nunca comprendió es porque había tantos videos y audios sobre el mismo tema en la televisión, pero los que él llevaba con sus propias manos nunca eran exhibidos y eso que en los suyos si se escuchaba el delito claramente. Aún así no se desesperó y tomó partido, el del olvido comunista. Curiosamente a partir de ese día, ya con cámara, todos sus videos fueron transmitidos por televisión nacional.

Asesino Uno asistió como invitado especial a una cena de la fundación Vamos país del tequila adulterado, de agave pasado, exportado, rebajado y del mariachi con armónica, desafinado, borracho, caro; donde se encontraría el innombrable. Tomó la copa y espero su arribo. Por fin llegó y pronunció su discurso:

-Hemos limpiado de alicatas el chiquero. Nos costó trabajo pero lo hemos logrado. Hemos desinfectado a este país de todas las ratas de dos patas y lo hemos hecho rápido. Hemos asegurado seis años de permanencia en el poder de la familia innombrable y como todos ustedes son unos borregos que ni siquiera están poniendo atención a las pendejadas que estoy diciendo, entonces ni se dan cuenta. Ya cuando sientan a la innombrable se van a percatar de su inutilidad. Les dimos con la bota en el trasero y siguen sin ponerme atención. Si vieran la cara de idiotas que tienen todos sonriéndome y alabándome mientras yo me los estoy chingando –esto lo dijo muy fuerte y algunas personas del público reaccionaron, él continuó –hemos logrado fortalecer al partido de las manos cortadas por los medios más honrosos posibles.

Asesino Uno fue el único quien se dio cuenta del agraviante discurso del innombrable y hasta sintió gusto por el acto que estaba por realizar. Esperó a la serie de abrazos acostumbrados para felicitar al jefe por las sabias palabras pronunciadas y al llegar su turno puso la pistola en la sien del innombrable y frío, jaló el jatillo. Se escuchó el estruendo y los guardias pronto dejaron a Asesino Uno irreconocible. Mientras, Asesino Dos tomaba un avión a Europa con el dinero que le había dado el innombrable para salvar su vida. Pronto el jefe de la nación del tequila adulterado, de agave pasado, importado, rebajado, con refresco de toronja sin gas y el mariachi con armónica, desafinado, borracho, caro, sin guitarras; explicaba al teleauditorio lo sucedido.

-Estimados mexicanos grandes y mexicanos pequeños, hoy sufrí un atentado por parte de un grupo, para el cuál, su único interés es desestabilizar a nuestro país. Por medio de mi muerte intentaban destruir todos los resultados obtenidos por el trabajo arduo y esmerado de esta administración. Por fortuna, un mexicano grande, honesto como toda la gente de este hermoso pueblo, me ha puesto sobre aviso y le ha cambiado los mortales proyectiles al arma por simples balas de salva. Así es, mi salvador era amigo íntimo de mi asesino, pero fue más fuerte su amor por la patria que su interés por el bienestar de este individuo. Alegrémonos todos, éste deberá ser un día de fiesta y no de tristeza. Hoy hemos desarticulado a una banda de asesinos mochando la cabeza -.Así habló el innombrable con el mejor uso de su limitado léxico, sabiendo que la población pone mucha atención a lo que sucede en la televisión. Llamó en secreto a su secretario de gobernación, le informó como habían sucedido las cosas, le ratifico en el cargo y le prometió que sería el jefe de campaña de la próxima innombrable.

-Yo creí que ya le habían caído en la tranza –le dijo Inocencio PocoTiempo a Demóstenes Santa Magón en broma.

-Y yo creí que te iba a apoyar en tu pluri –contestó –es hora de que conozcas como se trabaja en la política mexicana. Estos trucos me los aprendí cuando estaba en la revolución tequilera. Número uno: la ingenuidad es la mayor de las virtudes, Inocencio. No importa lo que suceda a tu alrededor, en este pueblo es mejor ser pendejo a ser corrupto, sino, mira al innombrable. Número dos: No importa lo que suceda, mientras las chivas ganen, o mejor dicho, el américa pierda, a la gente se le va a olvidar cualquier suceso, sin importar cuánto se hayan robado. Y por último, y más importante de todos, y en el cuál estás más frito que Barreda: nunca digas que te quieres convertir en el innombrable, si así ya me quieren matar, ahora imagínate como me iría si fueran congruentes mis discursos con mis aspiraciones.

Inocencio CadavezmenosTiempo escuchaba con atención mientras su corazón sentía como todas sus ilusiones morían. Como cualquier adolescente de amplias aspiraciones, creía en poder convertir al país del tequila adulterado, de agave pasado, importado, rebajado, con refresco de toronja sin gas, rasposo y el mariachi con armónica, desafinado, borracho, caro, sin guitarras y menos violines; en México, la legendaria nación que caminaba erguida al saberse el ombligo de la luna. Quería poesía en su gente, encontraba en sus habituales paseos por el parque miles de tonalidades de verde, hasta que Demóstenes le mostró la que más le gustaba y le llevó a su mamá sólo cien de los setecientos que le habían dado “para que te vayas acostumbrando” le dijeron.

-¡Eeeesta noche, le deformamos la noticia!, decía el locutor del canal ocho. Barreda ha sido encontrado. El exjefe de la contraloría de Ciudad Principal fue hallado no me va a creer donde: ¡en un orfanato! se cree que intentaba ocultarse en algún sitio donde las autoridades nunca se les ocurriría buscar, nunca se imaginó que el innombrable deseara tener un hijo más. Escuchemos al presunto y obvio culpable en vivo:

-Es claro que el dinero fue entregado a esta institución, a donde vine a esconderme porque seguramente ellos tendrían la caridad de recibirme.

-Pero la Madre Superiora dice que usted amagó a todas las monjas para poder permanecer dentro de esta institución –dijo el entrevistador.

-Era sólo un juego

-¿Y él dinero? Ellas dicen nunca haber recibido nada.

-Pues mire… -y mientras los policías festejaban el arresto mandando saludos a sus familias por medio de la cámara, Barreda emprendió la huída sin que nunca pudiera ser localizado. Mientras algunos decían que se encontraba en Las Vegas, otros decían que había escrito un libro sobre el movimiento guerrillero-literario de un estado del sur y, que por medio de metáforas, se había escondido en lo más recóndito de su casa en cierta zona residencial.

-Próxima innombrable –decía el innombrable –¿qué ya no me quieres? ¿Por qué ya no me das besitos?, en serio, ¿Ya no me quieres?

-Eres un idiota, por tu culpa iba a perder las próximas elecciones, afortunadamente se me ocurrió la idea de los videos, porque si por ti fuera, ya estaríamos perdidos todos los del partido.

-No tenías que hacer esto, mira, el próximo año vamos a crecer al siete por ciento, no te digo que en quince, pero en veinte minutos voy a acabar con el problema del movimiento guerrillero-literario, y voy a aumentar la capacidad de compra de todos los mexicanos los grandotes y los chiquitos –dijo con lágrimas en los ojos y el corazón en la mano.

-Ya déjate de lloriqueos, necesito que mañana vayas a un evento de la fundación Vamos país del tequila adulterado, de agave pasado, importado, rebajado, con refresco de toronja sin gas, rasposo, sin añejar y el mariachi con armónica, desafinado, borracho, caro, sin guitarras, menos violines, botonadura de plástico; es importante para quitar la mala imagen que gracias a tus incompetencias tenemos -dijo la innombrable con un látigo con punta de pata de gallo.

Demóstenes lloraba en su cuarto, se daba cuenta como había corrompido a un joven con esperanzas, con sueños puros como los había tenido él hacía muchos años. “Pero él ya golpeaba a sus compañeros en la escuela para obtener poder” pensaba tratando de justificar su acto “si no hubiera sido yo, otro le hubiera entregado menos dólares y el resultado sería verlo de candidato contrincante en el futuro, hice bien” Y así terminó de romper el dique que le impedía soltar toda la desesperación que le causaba su situación. Hacía muchos años, a él también lo habían comprado, no habían sido dólares, sino promesas como se hacía anteriormente –ahora los jóvenes ya no se creían de nada –Las promesas fueron cumplidas pero a golpe de tortura ajena, de matar al Demóstenes honesto, “tengo que aprender el sistema para poder cambiarlo cuándo llegue al máximo nivel” se decía ingenuamente, pero ahora que estaba a punto de llegar tenía tantas deudas, tantos favores para pagar, que era imposible salir impoluto de tanta mierda. Él no quería convertirse en el nuevo abuelo del partido del olvido comunista, así que se olvidó de su moral y utilizó a su nuevo alumno como un paliativo que esperaba no utilizar. El plan era sencillo, en caso de perder las próximas elecciones, haría que Inocencio YacasinadadeTiempo, con su tremendo carisma, rompiera fingidamente con él y llegara a ser el innombrable para el siguiente lapso de poder absoluto. Esta práctica había sido utilizada desde tiempos inmemorables por el partido de la eterna revolución tequilera y cada vez había tenido gran éxito. Así que inmediatamente comenzó su plan teniendo tal aceptación que a los pocos meses de darle gran fuerza a Inocencio como el gran liberador del país –algunos hasta les hubiera gustado como innombrable para este periodo, pero no cumplía con la edad –de tal manera que se olvidaron de él, lo que le aseguraba su triunfo y la continuidad de un nuevo maximato. ¡Miel sobre hojuelas para el olvido comunista!

-Necesito que regrese de su viajecito y cumpla algunas de las órdenes que me dieron y son de verdadera urgencia –le dijo el innombrable por teléfono a Asesino Dos, quien pensaba en jamás regresar, pero las maletas llenas de dinero y la promesa notariada de que nunca sería filmado en ninguna de sus actividades lo convencieron.

- Pero, ¡no cree que matar a Inocencio es demasiado duro?, podría revertírsele y todos perdemos.

-Tú quédate callado y realiza tu trabajo. Yo tengo plena confianza en la astucia de la innombrable… perdón, en mi sabiduría política.

-¡Eeeesta noche le deformamos la noticia de nuevo! –Anunciaba el noticiero del ocho -Inocencio SinTiempo, el nuevo caudillo del partido de olvido comunista murió asesinado hace unos minutos. Todo indica que fueron algunos miembros de su propio partido los que cometieron el ultraje. La cacha de la pistola que se encontró tenía una calcomanía de su partido y había propaganda para la votación de Demóstenes Santa Magón. Pero veamos qué es lo que dice el propio Demóstenes.

-Es absurdo que digan que fuimos nosotros, es obvio que todas estás supuestas pruebas fueron plantadas. Estoy demasiado consternado para seguir con la entrevista, pero si quiero decir algo, y que quede muy en claro, las elecciones son en quince días y recuerden que: ¡yo soy el rayo sagrado del sol!

-Curiosas declaraciones de quien hace unos momentos iba en lo más alto de las encuestas y ha caído estrepitosamente. Pero vayamos con nuestro reportero que se encuentra en estos momentos con el innombrable

-Estoy aquí montando la guardia de honor por un cuadro de un partido contrario al nuestro que parece que pensaba honradamente, al igual que nosotros, ya que parece que sus propios compañeros no lo tenían en muy alta estima.

Después de dos años de gobierno, la innombrable reinstauró la reelección en el país del tequila adulterado, de agave pasado, importado, rebajado, con refresco de toronja sin gas, rasposo, sin añejar, provocador de cirrosis colectiva y el mariachi con armónica, desafinado, borracho, caro, sin guitarras, menos violines, botonadura de plástico y cantando las eternas golondrinas.

 

Oliver Barona

Celaya, México

 


 



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