EL DIVINO SALVADOR, SOLUCIÓN DE TODOS NUESTROS PROBLEMAS

DECIMOSÉPTIMO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO


29 de Julio de 1979

2 Reyes 4, 42-44
Efesios 4, 1-6
Juan 6, 1-15

 

Queridos hermanos:

Introducción: -Coincidencia de estos cuatro domingos- del evangelio de San Juan, capítulo 6, con la fiesta del Divino Salvador.

El año litúrgico nos ofrece un marco incomparable para preparar la fiesta de nuestro celestial patrono, El Divino Salvador del Mundo. Resulta que el evangelio de San Marcos, que es el evangelio del año, le cede el lugar durante cuatro domingos a partir de hoy al evangelio de San Juan, precisamente en el capítulo 6. Durante cuatro domingos vamos a reflexionar el famoso capítulo 6 de San Juan. Ustedes en sus Biblias lo podrán leer en sus casas y sacar frutos de estas reflexiones. Se trata del discurso eucarístico de Cafarnaún, donde se presenta el Divino Salvador, cabalmente, como la luz para nuestros problemas, como la solución eficaz de todos los problemas de la historia y, por tanto, de nuestra patria. Cuatro domingos, dos antes del 6 y dos después del 6. Qué bien enmarcado quedará entonces nuestro Divino Salvador en la fiesta que con tanto entusiasmo prepara nuestra Iglesia a su divino esposo: Cristo.
 

- EVANGELIO DE SAN JUAN: ECLESIOLÓGICO

El evangelio de San Juan tiene características tan originales que de veras es un verdadero regalo de Dios tenerlo a la mano para el pueblo durante estos domingos. Es el evangelio más eclesiológico; se puede decir que todo el evangelio de Juan es un tratado de eclesiología, es decir, un tratado de la Iglesia. Se presenta la Iglesia en San Juan como una prolongación de la personalidad de Cristo, de tal manera que no se entiende el evangelio de Juan si se quiere ver como una biografía de Cristo. Se entiende si se quiere ver desde la comunidad, desde cualquier comunidad cristiana. Y por eso, nuestra Arquidiócesis con todas sus comunidades parroquiales y comunidades eclesiales de base, encuentra un tema sabrosísimo, fecundo, al aprehender la figura de Cristo a través de la comunidad, de la Iglesia.
 

SACRAMENTAL

Otra característica es que es el evangelio más sacramental, el evangelio de los signos, señales, de tal manera que Cristo viene a ser como la culminación del Viejo Testamento, pero al mismo tiempo el signo máximo de toda la fuerza redentora que con Él ha venido al mundo. Los sacramentos de nuestra Iglesia encuentran en el evangelio de Juan su razón de ser.
 

ESCATOLOGÍA PRESENTE

Finalmente, el evangelio de Juan es el más original en presentarnos eso que llamamos la escatología presente. Varias veces hemos mencionado esta palabra, la "escatología"; es lo último, lo definitivo, el final de la historia, el reino definitivo de Cristo; eso se llama lo escatológico. Pero no lo presenta como una esperanza más allá de la muerte, como una eternidad que estamos esperando. El evangelio de Juan nos presenta como ese reino definitivo ya presente en la historia. Nosotros lo estamos haciendo con nuestra conducta y también con nuestro rechazo. Se está elaborando ya la suerte definitiva de los hombres en esta escatología que Cristo con su presencia divina y con su Iglesia han sembrado ya como germen de la historia. Por eso, todo esto nos dice que la lectura de su evangelio en torno de la figura del Divino Salvador del Mundo está diciendo a nuestra comunidad eclesial de la Arquidiócesis que ella tiene los gérmenes de una solución y que hay que tener esperanza. Lo que hace falta es que sepamos captar ese signo, encarnarlo en nuestra patria a través de nosotros salvadoreños-cristianos.
 

HECHOS ECLESIALES DE LA SEMANA

Por eso quiero presentar antes, hoy, la comunidad que está haciendo esta reflexión.

Es la Iglesia de hoy, con su Papa al frente, Juan Pablo II, Karol Wojtila, el primer Papa eslavo, un Papa que el mundo está conociendo apenas y del cual están saliendo iniciativas y luces que orientan a este pueblo de Dios que debe de acatar, respetar, amar la figura del representante de Cristo en la tierra: el Papa.

En esta semana Juan Pablo II ha confirmado su viaje a las Naciones Unidas para el 2 de octubre. Acompañémoslo en su preparación con oraciones, para que así como dijo Pablo VI en su atrevido viaje a las Naciones Unidas: él es la figura de una Iglesia, enviado a todos los pueblos; Y las Naciones Unidas son todos los pueblos reunidos. Ojalá sea ésa ocasión para escuchar y acatar el mensaje de ese Cristo presente en 1979, luz de los pueblos.

También el Papa pidió hospitalidad para los refugiados vietnamitas. Ustedes saben que están pereciendo en su fuga de Viet Nam y los barcos están recogiendo fugitivos mientras no hay campo para ellos en muchos lugares. Es necesario que ahora, más que nunca, la voz del Papa sea atendida para tanto refugiado. En pequeño, nosotros podemos tomar el llamamiento del Papa a nuestros hermanos de Nicaragua, como ya lo dijimos la semana pasada.

En nuestra Arquidiócesis se hacen los preparativos para celebrar al Divino Salvador, su patrono. Una novena como la anunció ya Monseñor Modesto López; esperamos que se transmita por radio, a las 5 de la tarde. El espíritu de esta novena y de esta fiesta no es de una alegría mundana; demasiado sufre nuestra patria para estar pensando en fiestas. No abofeteemos el rostro de la patria sufrida con bailes, con carrozas, con reinas. Todo eso tendrá su oportunidad cuando vuelva la paz a la patria; hoy se sufre mucho y la patria espera más bien una patria en oración, en desagravio, en súplica al Señor de resolver los grandes problemas. No nos adormezcamos como estúpidos que no ven la realidad en la cual están sentados: un polvorín que puede estallar de un momento a otro. Tratemos más bien de resolver estos grandes problemas. Este es el espíritu de las fiestas agostinas para la Iglesia.

El 5, como ya todos esperan, a las 4 de la tarde será la famosa Bajada. Pero quiero anunciarles también que ya se ha hecho una tradición muy bonita: el 5 por la mañana el Apostolado de la Oración en la Basílica se reúne para revisar y para proyectar nuevos programas de fuerza espiritual en nuestra patria. Se les invita al Apostolado de la Oración den la Basílica, el próximo domingo 5 a pasar toda la mañana en reflexión. Estará con ustedes el Padre Santiago Garrido que precisamente está hoy cumpliendo 50 años de vida sacerdotal. Su fiesta se la vamos a celebrar el 31, día de San Ignacio, ya que es un jesuita venerable con sus 50 años de vida religiosa: Padre Santiago, sé que me está escuchando, en nombre de esta Catedral repleta de amigos suyos, por lo menos hermanos cristianos, le ofrecemos nuestra oración y esta misa de hoy por la felicidad de sus 50 años sacerdotales.

El día 6, a las 8, será la misa solemne, para la cual hemos invitado a todos los coros de la diócesis. Esas voces que vienen de diversas comunidades, como las que estamos escuchando hoy de la comunidad de Tacachico. Voces de nuestro campo, voces de nuestra gente, que como decían al principio, le hablamos al Dios de nuestro pueblo con el lenguaje de nuestro pueblo. Guitarras, acordeones y todo lo que nuestro pueblo canta allí, para que el próximo 6 hagamos de nuestra misa frente a la Catedral un verdadero festín en honor de nuestro Divino Patrono. ¡Pongamos en Él toda nuestra esperanza!

Está aquí con nosotros la comunidad representada de San Antonio Abad, que llevará las ofrendas a la hora oportuna.

Saludamos a todas las comunidades esperamos que estén presentes el próximo lunes en torno del patrono de la Arquidiócesis. La Catedral es el signo de esa unidad, de esa enseñanza de la fe. La Catedral del maestro de la diócesis, que es el obispo a pesar de sus deficiencias, es el signo de la enseñanza, de la autoridad, de la unidad. La Catedral, sede de la cátedra, debemos de amarla. Yo aprovecho esta ocasión para pedir a todos que pronto terminemos este edificio que Monseñor Chávez inició con esa gran idea: que fuera el símbolo de la Arquidiócesis y la sede de nuestro divino patrono. Es una oportunidad magnífica para que empujemos esta construcción que está ya muy adelantada gracias a la coordinación de nuestro querido rector de la Catedral, Monseñor Modesto López.

Queremos invitar ya desde ahora, ya lo saben los sacerdotes, que no habrá reunión mensual de agosto para que todos puedan asistir a la concelebración el día 8 aquí en Catedral.

Lamentamos que Orientación no pudo salir esta semana por dificultades internas en la tipografía, pero esperamos en Dios que la próxima semana ofreceremos el número extraordinario que ya se anunció.

A propósito de prensa, queremos felicitar a los periodistas ya que el 31 están celebrando su día. Quiera el Señor darles inspiración, darles rectitud y, sobre todo, darles valor. El valor que pide la verdad, porque un periodista o dice la verdad o no es periodista...

Quiero agradecer por esto, a la Agencia Periodística Independiente, API, que ha tenido la amabilidad de recoger mi homilía de la semana pasada y darle amplio lugar. Creo que son cuatro páginas enteras, cosa extraordinaria, ya que podemos decir aquí que nadie es profeta en su tierra. Mientras veo mis pobres homilías publicadas hasta en inglés, en francés, fuera del país, y me las mandan, yo en el país no encuentro eco en nuestra prensa de lo que decíamos anteriormente que debía dar más testimonio de la verdad. Es que estas homilías quieren ser la voz de este pueblo, quieren ser la voz de los que no tienen voz. Y por eso, sin duda, caen mal a aquellos que tienen demasiada voz. Esta pobre voz que encontrará eco en aquellos que, como dije antes, amen la verdad y amen de verdad a nuestro querido pueblo.

En la revista teológica Selecciones de Teología, tuve la grata sorpresa de ver, entre los artículos científicos, reproducida entera una homilía de Catedral. A propósito, necesitamos que la Iglesia tenga sus voceros: Orientación, la radio YSAX, ayudemos a sostenerlos.

Al Padre Astor Ruiz no se le dejó entrar. Sólo se fueron en evasivas: "orden superior". Y el pobre Padre, tan querido en la colonia Santa Lucía, tendrá que ser un exiliado inesperado. Sale para Estados Unidos, de Guatemala.

Al Padre Rafael Palacios le celebraremos sus cuarenta días de muerto, mañana lunes, a las 7 de la noche en la iglesia del Calvario de Santa Tecla. Quiere ser una liturgia de desagravio en aquella ciudad donde encontró su muerte. Ojalá que la ciudad responda a este acto de desagraviar sus calles manchadas con sangre de sacerdote.

Una buena noticia. Volverán a la Arquidiócesis los padres pasionistas y van a establecer una casa de formación, ya que el Señor los ha bendecido con muchas vocaciones salvadoreñas a las que se ha unido un grupo de seminaristas venidos de España.

Hemos visitado, o visitaremos próximamente, estas comunidades que tengo el gusto de saludar hoy: Santa Lucía, en Ilopango; Seminario Menor de Chalatenango; Apopa; Santiago Aculhuaca; Colegio Don Bosco; Encuentros Conyugales en el Instituto Rinaldi; y próximamente visitaré San Antonio Los Ranchos, Chalatenango, Arcatao y Los Sitios, del Dulce Nombre de María, en las fechas que ya ellos saben. Ojalá que los retenes no nos vayan a estorbar a la gente que va a usar uno de sus derechos más sagrados: el derecho de creer, el derecho de reunión; ya que el Estado de Sitio no podrá ser un pretexto, esperamos que estas reuniones resulten mejor que la de San Miguel de Mercedes, que fue boicoteada por los cuerpos de seguridad.

Esta es la comunidad que reflexiona, esta Arquidiócesis, con estas personas, con estas realidades y, precisamente, mi palabra se dirige a esta comunidad eclesial. Mi homilía quiere ser el alimento que el pastor da a su pueblo de Dios; si desde el Pueblo de Dios se expande hacia el pueblo en general, pues, ¡Bendito sea el Señor!, pero que no se estorbe esta palabra.

Por allá por Gotera se oye muy bien la YSAX, y precisamente porque la oyen, han sido golpeados varios campesinos. Quisiera recordarles a los cuerpos de seguridad que no es un crimen oír una radio. Si lo fuera, los altos jefes del gobierno no escucharan esta homilía y sé que la están escuchando.

Que los guardias sepan respetar a los campesinos que la escuchan, que el ejemplo lo dan aquí mismo los altos poderes del Estado; no es pecado, no es malo lo que estoy diciendo, porque precisamente lo que voy a predicar hoy nos conviene a todos los salvadoreños. Las lecturas, sobre todo el 6º capítulo que comenzó a leerse hoy nos da el título de esta homilía dedicada al Divino Salvador:
 

EL DIVINO SALVADOR, SOLUCIÓN DE TODOS NUESTROS PROBLEMAS

1. La multiplicación de los panes, un signo del reino mesiánico

2. El reino mesiánico, significado en la multiplicación de los panes

3. La concelebración de los hombres en la construcción del reino
 

1- LA MULTIPLICACIÓN DE LOS PANES, UN SIGNO DEL REINO MESIÁNICO

a) Un problema sin salida humana

La primera idea es la multiplicación de los panes, un signo del reino mesiánico. ¿Cuál es el signo? Ya lo dijo el seminarista antes de leer el evangelio: un problema sin salida humana, una muchedumbre con hambre de pan. Las soluciones humanas, ¡qué raquíticas son!

- Las sugerencias humanas

Felipe, cálculos económicos: "Doscientos denarios apenas ajustarían para dar un bocado a cada uno". O la solución de Andrés, conciencia de la alimentación: "¿Qué hacemos con tanta gente?"

- La respuesta de Cristo: la multiplicación... signo de su poder y del alcance de su salvación.

La respuesta de Cristo: por encima de los cálculos de los técnicos, el milagro: toma el pan en sus manos, lo bendice y comienza personalmente a repartirlo. Pero antes ha pedido una colaboración. Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes y unos peces. ¿Pero qué es esto para tanta gente? "Tráiganlos", dice Cristo. Y aquel tiene que desprenderse de lo que es su sustento, lo necesita y, sin embargo, lo da. Y de allí sale la multiplicación que sacia a todos y todavía recogen doce canastos.

b) Nuestra problemática...
 

HISTORIA DE LA SEMANA

Quisiera trasladar el problema a la realidad de nuestra patria. Cabalmente, en el servicio periodístico que yo decía antes, API, hay una consideración que me vale como un punto de traslado del evangelio a El Salvador.

Dice en una de sus notas de ayer: "Opinión generalizada es que los trastornos políticos han aumentado en forma alarmante proyectándose en más hambre y miseria hacia los sectores marginados que no cuentan con el sustento diario ni con los medicamentos necesarios para curar a sus niños, recibiendo serias humillaciones que contribuyen a agravar más sus condiciones de seres humanos". Quiere decir que la multiplicación de los panes, que se hizo precisamente provocada por una muchedumbre con hambre, es también un milagro que El Salvador pide. ¡Muchedumbres con hambre!, literalmente así las hay en El Salvador.

Pero esta miseria económica, dicen los políticos de nuestra tierra, no se resolverá si no se resuelve primero la crisis política que agobia al país; porque con ella conseguirá, si resuelve la crisis política, confianza y apoyo para enfrentar los demás problemas. En caso contrario, serán totalmente inútiles y todos los proyectos gubernamentales se convertirán en cantos de sirena. Me alegro de que esta realidad coincida con lo que hace tiempo la Iglesia está señalando. Es necesario una transformación política y social. La Iglesia no la va a hacer, pero señala la urgencia de hacerlo, son los responsables los que tienen que hacerlo.

Pero da lástima pensar ese optimismo tan fácil con que se expresan muchas veces las trágicas realidades del pueblo. Comentando el cese del Estado de Sitio, el Señor Presidente ha dicho: "En manos del pueblo está el derecho y el respeto de sus libertades"; y expresó que "le llena de satisfacción la forma comprensiva cómo el pueblo ha recibido la disposición gubernamental de devolver el pleno ejercicio de los derechos humanos que fueron retirados a través de la Ley de Estado de Sitio, como medida para contrarrestar la ola de violencia que imperaba hace poco más de dos meses. ¿Por qué se habla en pretérito de una cosa que está presente? ¿Por qué hacemos ilusiones que el estado de sitio fue una medicina y no más bien vino a empeorar las cosas? ¿Por qué no tener en cuenta, ahora, cuando se deja, gracias a Dios, ese pretexto de molestar al pueblo convertirlo en realidad? Yo diría que hoy es la oportunidad para que el gobierno haga creíbles sus proyectos de liberación del país. Es una oportunidad para ganar credibilidad, si no sólo se convierte en un romanticismo el cese del estado de sitio sino que de verdad se devuelvan las garantías constitucionales: libertad de expresión, de reunión, de migración; que devuelvan todos los que están afuera; que aparezcan los desaparecidos, que sepamos algo de esta situación...

El hecho es que las amenazas de la UGB han continuado, han acudido al Arzobispado, por ejemplo, los profesores Alberto Salvador Palacios, Saúl Villalta, Nelson Martínez, a señalar amenazas y han responsabilizado, anticipadamente si les pasa algo, a las autoridades y a ORDEN de San Matías.

También es ridículo que el material de la UGB, diciendo: "Aquí hay guerrilleros, aquí hay subversivos", se haya ido a tirar al noviciado de los Padres somascos. El Padre Cataldo Papagno en nombre de los samascos ha dirigido una carta al Presidente de la República y a los ministros de Defensa y del Interior, diciéndoles: "Aquí no hay subversivos, destaco que mi familia religiosa está constituida por los Padres somascos, italianos; por cinco clérigos de filosofía, salvadoreños; dos novicios salvadoreños; y un novicio somasco, mexicano. Contra las acusaciones de subversión declaramos que no hacemos más que cumplir las líneas pastorales del Concilio Ecuménico Vaticano II que en esta Arquidiócesis tratan de ponerse en práctica". Entonces el Padre Papagno pide amparo y en cierto modo está diciendo: si nos pasa algo, ustedes van a ser los responsables.

Yo quisiera solidarizarme plenamente con estas personas amenazadas y hacer un llamamiento apremiante a UGB, que ¡ya basta!, ¡ya basta de estar jugando con la vida en El Salvador! Y si como cree el pueblo, hay connivencias de las fuerzas oficiales, está en sus manos detener esta amenaza que es un atropello verdadero a la vida. No se vive tranquilo...

El panorama que rodea al Divino Salvador en la multiplicación de los panes, es nuestra realidad nacional cuando pensamos en las capturas que siguen siendo realidad a pesar del cese del estado de sitio.

El 25 de julio fueron capturados José Isidro Chicas, Sabas Concepción Claros, su hijo, Guillermo Claros Flores, Napoleón Velásquez, Facundo Hernández, Felícito Vigil y otro del mismo apellido, por un comando del cuartel de San Francisco de Gotera y entregados a la Guardia Nacional de aquella misma ciudad. La visita de su familia fue para mí muy impresionante. Imagínense ustedes lo que le cuesta a un pobrecito, trayendo a sus niños en brazos porque no los puede dejar allá seguros, lo que tiene que gastar para venir desde Gotera para decirme esto: "Nuestra situación es desesperante, no podemos residir en nuestras casas porque éstas son objeto de constantes allanamientos y saqueos. Tenemos que exponernos a dormir en el monte, a la intemperie, ya que al quedarnos en nuestras casas corremos el riesgo de ser capturados por operativos militares constantemente montados allá. Venimos también para denunciar otro atropello de aquel cantón".

El 26 fue capturado José Evaristo Cabrera, de Villa Victoria. Y su mamá -y ojalá que al mencionarla no sea para ella dañino, pero es que su testimonio es emocionante pedir como ella- no puede dormir, está enferma desde que José Evaristo Cabrera ha desaparecido. "Por eso vengo a usted -dice la carta- a solicitarle su ayuda para que dé a conocer esta nueva injusticia y le pida al Todopoderoso que la Guardia ponga en libertad a este muchacho que vive dedicado a su trabajo en el campo".

¿Por qué no se conmueven las entrañas que causan tanto dolor?

Siguen desaparecidos: el señor Miguel Ángel Terezón, del cual he sabido a última hora que además del atropello personal que se le hizo, y a pesar de la denuncia que aquí hicimos de que se le respetaran sus bienes, ha sido saqueado su taller donde imprime ganándose la vida; y también su carro y varios enseres de esa oficina de taller. Ojalá que el señor Terezón y su familia vuelvan pronto a encontrar la paz si quienes son responsables cesan en el cometimiento de esa injusticia.

También otro caso de Carlos Antonio Mendoza Valencia. Su hermana me dice: "Cada vez se pone esto más difícil: la situación. Ya no encontramos solución a tanta injusticia. Ni abogados ni militares han querido oírnos, sólo la fe grande en Dios nos mantiene". Por eso, cabalmente estoy hablando del Dios que puede solucionar ahora como pudo solucionar la crisis del hambre si nosotros ponemos las condiciones que Él nos pide.

Pero quiero referirme de manera muy especial el caso de Gonzalo Segundo Merino, capturado por la Guardia, y lo que no se había visto en tantos casos de atropellos, lo hace, aún exponiéndose a la muerte, un miembro de su familia. ¡El primer caso y yo lo felicito!, en que se denuncia criminalmente a la Guardia a un juzgado... Y dada la valentía de la carta yo no quiero privarme de leerla como un hermoso ejemplo de toda nuestra ciudadanía. Está dirigida al presidente de la Corte Suprema de Justicia, Dr. Rogelio Chávez. "Mi hermano, Gonzalo Segundo Merino, fue capturado en Tejutepeque el día 3 de julio del corriente año por seis agentes de la Guardia Nacional uniformados, cuando éste se encontraba descansando. La captura fue presenciada por muchísimas personas, especialmente por la familia con la que descansaba. Personalmente yo vi a mi hermano en la Guardia Nacional de Tejutepeque, donde posteriormente me fue negado como acostumbran en este país. He interpuesto recurso de exhibición personal y todo ha sido en vano. Recurro finalmente a la denuncia criminal ante el juez de Ilobasco con el temor y la angustia de que nuestra familia sea reprimida por la Guardia Nacional, ya que en innumerables ocasiones los parientes de las personas capturadas no promueven estos juicios porque le temen a la persecución por decir la verdad y desear la libertad de su ser querido. Espero que usted tanto como la Corte Suprema de Justicia, encargados supremos de administrar justicia ante estos hechos evidentes e injustos, tomen una actitud correcta, valiente y acorde a la sagrada función que deben desempeñar. Atentamente."...

Lo hemos dicho muchas veces al Señor Presidente de la Corte Suprema de Justicia: que su papel en la patria es trascendental y que la historia dirá de sus negligencias en un campo tan urgente.

Continúan apareciendo asesinados, capturados por cuerpos de seguridad. El 20 de julio, arriba del desvío de Izalco, se encuentra el cadáver de Pablo Cortés capturado el 17 de julio en Santo Domingo de Guzmán; y el cadáver de Celso Cruz, capturado al día siguiente. También aquí, el testimonio de una carta escrita muy mal, por ser quizá campesinos pero qué elocuente termina diciendo: "Dios nuestro Señor le dé más fuerzas -"juerza" dice- para que se establezca un reino de paz y de justicia sobre la tierra, donde todos nos amemos como hermanos y algún día desaparezcan las tinieblas y brille el sol de la justicia"...

A última hora también, me llega el caso de Alejandro Ochoa, joven capturado en el cantón San Francisco Agua Agria, y cuyo cadáver fue identificado por su propia madre, la cual se encuentra en el hospital, enferma por ese trauma espantoso.

Podíamos mencionar también, pero ya me haría demasiado largo, los diversos conflictos laborales que también se suman a este conjunto de problemas que yo estoy tratando de presentar en torno del Divino Salvador de nuestra patria para decirle como los apóstoles: ¡Qué limitados somos Señor!, ¿qué son doscientos denarios para tanta gente?, ¿qué hacemos con cinco panes?, ¿qué hacemos con la voz humilde de estos campesinos que desean el brillo del sol de la justicia? Es la voz de nuestra gente. ¡No la puedes desoír! Y por eso, dediquémonos, entonces, en torno de este panorama de una Iglesia que crece gracias a Dios en la fe y en la esperanza pero que está rodeada de un mundo de tinieblas, de injusticias y de crímenes. Queridos hermanos, miembros del pueblo de Dios, la multiplicación de los panes resuelta por Cristo para dar de comer, es nada más un signo. ¿Qué está encerrado en ese signo?
 

2. EL SIGNO MESIÁNICO SIGNIFICADO EN LA MULTIPLICACIÓN DE LOS PANES

a) Dos interpretaciones: temporalista y trascendente

Es mi segundo pensamiento. Hay dos interpretaciones ante el hecho de que Cristo salvó la situación con la colaboración de los hombres resolviendo un problema de hambre.

Primero la interpretación temporalista y política. Los que seguían a Cristo con un fe imperfecta: "Este es el gran profeta, el que nos puede dar de comer"; y lo quisieron hacer rey porque querían unas soluciones inmediatistas, "nos dará de comer, siempre que tengamos hambre". Un pueblo que se contenta con liberaciones terrenales.

- Interpretación teológica según San Juan: trascendencia

La otra interpretación que es la que vamos a aprender hoy, la interpretación teológica que nos da San Juan en su cuarto evangelio.

- Aspectos eclesiológicos

Cristo Iglesia... una vida

Esta interpretación de San Juan tiene aspectos eclesiológicos -como les dije antes-, Cristo y la Iglesia, una sola vida.

Montaña: Moisés... alianza

En el relato de la multiplicación hay intenciones evidentes de que Juan quiere mencionar la Iglesia unida a Cristo en la resolución de los problemas, por ejemplo la montaña es un signo del Sinaí y de Moisés. Aquel Moisés que salvó al pueblo es Cristo hoy; y aquella montaña donde se promulgó la ley de Dios es el evangelio que Cristo predica, es la Iglesia, montaña, donde Cristo sigue enseñando, donde Moisés sigue conduciendo al pueblo, donde el Divino Salvador sigue siendo esperanza de los salvadoreños.

Pascua: fiesta de liberación, misión de la Iglesia

Otro signo que san Juan menciona con marcada intención eclesiológica: la Pascua. Se acercaba la Pascua de los judíos, y esta relación existencial nos lleva también a que para Juan las fiestas de Israel eran como la expresión del pueblo, los anhelos del pueblo que luego se trasladaban al pueblo cristiano. La Pascua cristiana, que Cristo hizo de judía en eucaristía, es precisamente la Iglesia. Esta mañana ¿por qué estamos aquí en la Catedral?. Precisamente para celebrar la Pascua. Cada domingo es Pascua, la resurrección del señor. Juan al aludir a la multiplicación de los panes en una cercanía de Pascua, nos está invitando a vivir nuestro sentido eclesiológico: a ser Iglesia y desde la iglesia donde Cristo vive, sea solución también para nuestros problemas.

12 Canastos: 12 apóstoles-sacerdotes.

Otro signo precioso de hoy: cuando terminó la multiplicación de los panes, Cristo manda recoger a los doce, y recogieron doce canastos. Es un símbolo. Símbolo de la Iglesia jerárquica que colabora con Cristo en la enseñanza, en la repartición del pan, en el recoger y administrar los sacramentos. La Iglesia sacerdotal, la Iglesia que congrega al pueblo en todas las Iglesias y ermitas. Qué hermoso gesto el de la multiplicación de los panes repitiéndose en las iglesias donde dentro de poco vamos a ver al obispo y a sus colaboradores repartiendo el pan y recogiendo para que no se pierda, y guardándolo en el sagrario con un sentido de economía para que siga habiendo pan. No faltará pan mientras haya un Cristo y una Iglesia que sepan encarnarse en los hombres de los tiempos aún más críticos.

Aspectos sacramentales

Es un relato eucarístico

Hay en el signo teológico de Juan signos sacramentales. Se cree -dicen los intérpretes de este capítulo sexto de San Juan- que Juan es el único que no cuenta la última cena. Juan no narra en su evangelio el relato que los otros dicen de la última cena, no narra el relato eucarístico. Cuenta el hermoso discurso de despedida, pero no dice el momento en que tomó pan y lo convirtió en su cuerpo, no lo hace allí porque él, que escribió después de los sinópticos, vio que ya no era necesario.

Pero sí era necesario explayar esa idea en este capítulo sexto de San Juan que es precisamente el relato eucarístico. Por eso, todo relato de la multiplicación de los panes tiene un bello sentido eucarístico; es la Pascua que se hace cristiana. El cordero que se inmolaba por orden de Moisés ya no será un corderito animal, será Él, el Cordero de Dios que quedará clavado en la cruz y cuya carne y sangre será alimento del pueblo redimido.

Escoge los panes el relato de unos panes es el signo de la eucaristía como lo que fue el maná. Todo nos habla de eucaristía en esta mañana en el relato. Y, sobre todo, los gestos litúrgicos de Cristo. Cristo, queridos hermanos, yo les invito a que lo miremos hoy detrás de ese altar. Que no me miren a mí. Que a través de mis pobres rasgos humanos descubra la fe de ustedes y mía al Eterno Sacerdote que toma en sus manos el pan, que lo bendice, que lo convierte en su cuerpo y que lo da como alimento al pueblo, y que lo recoge para que quede a otras generaciones. Estos son los gestos eucarísticos de Cristo que el sacerdote tiene el honor de repetir en el altar. Y ustedes vienen porque a través del obispo y del sacerdote se descubre la figura hierática de Cristo, Eterno Sacerdote, ofreciendo el pan y el vino que ustedes le ofrecen como lo van a ofrecer ya en la procesión de las ofrendas.

Pero frente a esta interpretación tan trascendente que nos está diciendo: Cristo será la solución del hambre en El Salvador; Cristo nos solucionará las injusticias en El Salvador; Cristo hará brillar ese sol que el campesino de Sonsonate quiere que brille, de justicia y de verdad. El día en que interpretamos su mensaje, así, no con liberaciones meramente terrenales sino trascendentes, que nuestra fe en Cristo no sea la de aquellos seguidores imperfectos porque les daba de comer, porque les ofrecía unas soluciones inmediatas.

Ya seguiremos durante los tres domingos aprendiendo la mentalidad de Cristo. Pero ahora que nos quede bien claro esto, hermanos, que lo que Cristo quiere al darnos de comer, al estar con nosotros, es, sí preocuparse. ¿Cómo no va a llorar Cristo con la madre que llora la desaparición de su hijo?. ¿Cómo no va a sufrir Cristo con el pobre que murió entre torturas?. ¿Cómo no va a sufrir Cristo el crimen de los Guardias y de ORDEN que se llevan preso en forma burlesca al hijo que deja desamparada a una familia?. ¡Claro que eso no se quedará sin pagar!. Por eso precisamente Cristo invoca la justicia eterna. No en esta tierra, donde a pesar de escribirle al señor presidente de la Corte Suprema de Justicia las cosas seguirán lo mismo. El no es Cristo, pero hay un Cristo encima de él que le pedirá cuenta a él y le pedirá cuenta a todos los que sean cómplices de esta situación injusta de El Salvador.

Por eso, Cristo invoca una situación más allá de la historia, y yo quisiera, queridos hermanos que sufren, hogares desamparados, encarcelados, torturados, prisioneros, no se desesperen. Cristo está con nosotros. El Divino Salvador del Mundo está como estaba en medio de la muchedumbre que tenía hambre. Él sabe la solución y la dará. Aguantemos un poco, pero la solución vendrá, Cristo la puede dar.

- Dos reduccionismos peligrosos por falsos

Eso sí, hermanos, yo quisiera decirles frente a este mensaje trascendente e inmanente. Trascendente, es decir, que va más allá de la realidad presente. Inmanente quiere decir que está en la realidad presente. Eso es Cristo, aquí y ahora, pero también más allá y en la eternidad. Es peligroso, entonces, perder este equilibrio de inmanencia y trascendencia. Por eso la interpretación falsa del milagro de hoy y de quienes interpretan mal el evangelio es lo que se llama un reduccionismo temporal. Así como es malo también un reduccionismo espiritual.

Reduccionismo espiritual

Voy a explicarme un poquito, porque esto es muy importante. Allí están publicándose como si el Papa quisiera un reduccionismo espiritual y yo quiero defender al Papa frente a publicaciones malsanas de nuestro ambiente. El Papa no pide para sus sacerdotes un reduccionismo espiritual, y la prueba está que el Papa Pablo VI, al hablar de la evangelización hoy, puso esta frase que ojalá la publicarán también en campo pagado...

Dice Pablo VI: "Al predicar la liberación y al asociarse a aquellos que actúan y sufren por ella" fíjense, la Iglesia predica la liberación y también acompaña y sufre con los que trabajan la liberación.

En mi carta pastoral voy a decir esta frase: "Aunque las organizaciones políticas populares abandonen a la Iglesia y la critiquen, la Iglesia seguirá apoyando lo justo de todas las organizaciones". La Iglesia acompaña... porque estoy bien convencido como lo estaba Pablo VI y Juan Pablo II, de que al predicar la liberación y al acompañar los esfuerzos liberadores, la Iglesia no admite el circunscribir su misión al sólo terreno religioso, desinteresándose de los problemas temporales del hombre. ¡Qué más claro!. La Iglesia no puede desentenderse; y a los que publican parcialmente textos amañados, les invitaría a que por honestidad publicaran íntegro el discurso del Papa a los sacerdotes en México.

Reduccionismo temporal

El Papa en México a los sacerdotes sí les dijo: "Cuidado con el reduccionismo temporal"; es cierto, y si quieren otro texto para publicarlo, les ofrezco mi propia carta pastoral donde precisamente estoy de acuerdo en decirle a los sacerdotes eso mismo: cuidado con el reduccionismo temporal.

Yo les digo: el servicio inapreciable del sacerdote, el primer objetivo de su vocación, es ser animadores y orientadores en la fe y en la justicia que la fe exige según los grandes principios cristianos que aquí hemos recordado. No quiero extenderme más, pero sí les insinúo que en el número 101 y 102 de mi carta pastoral hay unas frases que merecerían el honor de ser publicadas, pero que no sería un honor porque mutilarían mi pensamiento como le han mutilado a Juan Pablo II. A Juan Pablo II se le mutila cuando se le quiere presentar orientando un sacerdote tan espiritualista que no toque la tierra. Claro que interesa a quienes, a los que se han adueñado de la tierra, que el evangelio no les toque las cosas de la tierra...

La prueba está que el mismo Juan Pablo II, cuando nos hablaba a los obispos en Puebla, decía esta frase es un mandato del Papa al episcopado latinoamericano: "Quién puede negar que hoy día hay personas individuales y poderes civiles que violan impunemente derechos fundamentales de la persona humana, tales como el derecho a nacer, el derecho a la vida, el derecho a la procreación responsable, al trabajo, a la paz, a la libertad y a la justicia social; el derecho a participar en las decisiones que conciernen al pueblo y a las naciones. Y qué decir cuando nos encontramos ante formas variadas de violencia colectiva como la discriminación racial de individuos y grupos, la tortura física y psicológica de prisioneros y disidentes políticos. Crece el elenco, cuando miramos los ejemplos de secuestros de personas, los raptos motivados por afán de lucro material que embisten con tanta dramaticidad contra la familia y contra la trama social. Clamamos nuevamente: ¡respetad al hombre! ¿es la imagen de Dios?".

Oigan esta palabra: "Evangelizad para que esto sea una realidad, para que el Señor transforme los corazones y humanice los sistemas políticos y económicos partiendo del empeño responsable del hombre. Hay que alentar los compromisos pastorales en este campo, con una recta concepción cristiana de la liberación. Hay que predicar -decía el Papa- que si es verdadero el derecho de propiedad, no debe olvidarse que sobre la propiedad pesa una hipoteca social". Estas palabras del Papa no pueden ser desmentidas al querer presentar a un Papa reduccionista de lo espiritual.

Ven cómo les digo de nuevo: hay que aprender a leer con criterio crítico, sobre todo en un ambiente donde se amañan hasta los discursos más santos. El equilibrio está, entonces, en lo que nos recomienda tanto la pastoral de nuestro tiempo. Pablo VI dice que la evangelización, que es tarea natural de la Iglesia, no puede esperarse de la promoción humana por razones antropológicas, es decir, porque las injusticias que la Iglesia denuncia no son abstractas, son concretas, de los hombres concretos. Y porque evangélicamente, también la caridad de Cristo nos obliga a amar a nuestro prójimo como nos amamos a nosotros mismos, y no sería verdadero amor sólo predicarles teorías espirituales y no trabajar por la promoción de la persona humana.
 

3. LA COLABORACIÓN DE LOS HOMBRES EN LA CONSTRUCCIÓN DEL REINO

Cristo tiene la solución de los problemas; sólo Él los tiene, no lo olvidemos. Por eso, el Papa, vuelvo a invocar a Juan Pablo II porque yo tengo una preocupación de trasladar su pensamiento aquí; ¡yo no traiciono al Papa, jamás!. ¡Dios nos libre!. Quiero ser su eco, su voz; y recuerdo siempre con alegría y con agradecimiento el momento en que recién recibida la mitra, hoy ya no es tiara, porque en la sencillez del Romano Pontífice también está la opción preferencial por los pobres. Con su tiara, con su mitra sencilla, como cualquier obispo del mundo, el Papa decía lo que decimos todos los obispos: Abrid el campo a Cristo, hombres de la política, hombres del negocio, hombres del capital; abran el campo a Cristo ¡sólo Él tiene palabras de vida eterna!.

- Felipe... Andrés... el muchacho de los panes

Cristo no quiere hacer solo la multiplicación de los panes. Comenzó dialogando con Felipe, comenzó pidiendo el parecer de Andrés, recogió los cinco panes del muchacho pobre.

- El hombre de las primicias

Aquí recojo también el hermoso ejemplo de la primera lectura, donde un campesino trae en su alforja los panes de la primicia para el profeta Eliseo. Dios quiere la participación de los hombres. La participación de los hombres sin la cual los problemas de la patria seguirán lo mismo. Por eso debían de creerse los que están en el gobierno o en el poder económico que ellos no son dioses, que cuanto más se endiosen... que cuando más se endiosen los falsos ídolos de barro de la tierra, serán más repugnantes a Dios; que si fueran más humildes, si se unieran con Dios, solucionarían los problemas.

Por eso, llamamos a la conversión. Este lenguaje de la Catedral no es de odio, jamás; es de amor. La madre Iglesia habla como las madres también cuando se enojan, como las madres que corrigen pero aman, porque no quieren hijos malos, porque quieren hermanos. Y porque la Iglesia es madre les dice también a los ricos y a los poderosos: ¡conviértanse, hijos! ¡conviértanse!, sólo Cristo tiene la solución. Únanse a Cristo y para encontrar a Cristo, lo encontrarán atendiendo preferencialmente a los pobres. No hagan leyes sólo para defender su minoría. Hagan leyes para defender la pobreza. Hagan disposiciones... Admitan en el diálogo no solamente a la gente que piensa como ustedes, admitan también al campesino que se muere de hambre y por morirse de hambre se organiza, no para la subversión sino para sobrevivir...

En una palabra, hermanos, el precioso mensaje del evangelio de hoy -y hoy nos hemos detenido sólo en el evangelio- nos está diciendo esto en resumen: La multiplicación de los panes, el signo de un problema que sólo Cristo pudo resolver pero con la colaboración de los hombres. Pero que hay que mirar la mentalidad de Cristo para no perdernos en una política meramente terrenal, sino para admitir en nuestros esfuerzos reivindicativos las perspectivas de la liberación universal de Jesucristo. ¡Sólo así podremos celebrar al Divino Salvador!. Una liberación que Él nos trae no para quedarse rey de la tierra. Soluciones de la tierra, ésas las huye. Solamente el Señor las asume, sí, pero para incorporarlas, como yo digo en mi Carta Pastoral, incorporarlas a la gran liberación, a la trascendencia a la que permanece, a la que nos hace verdadera y profundamente felices. Yo los invito a que así preparemos nuestro espíritu, para celebrar las próximas fiestas del Divino Salvador. Así sea...
 

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